Desde que tengo mi carnet del Museo Picasso parece que paso bastante tiempo por ahí, aunque a veces siga quedándome con las ganas de asistir a más de una actividad por falta de plazas y/o publicidad (anticipada, se entiende).
Este fin de semana he aprovechado el repaso rápido que quería darle a Picasso y la estampa erótica japonesa, antes de la conferencia que darán este miércoles sus comisarios, para echarle un ojo a la pequeña exposición fotográfica que han organizado en colaboración con el Centre Picasso d'Horta, Picasso, fotógrafo de Horta. Instantáneas del Cubismo, 1909. Una de esas exposiciones de las que esperas muy poquito pero de las que sales con mucho, y sobre todo con ganas de más.
La idea es bastante simple: en el marco del centenario de la segunda visita de Picasso a Horta, se han reunido las fotografías que tomó el pintor durante su estancia en el sur de Tarragona. Algunas de ellas son de su compañera sentimental del momento, Fernande Olivier; otras de las gentes del pueblo (que se vestían primorosamente para la ocasión), otras de su estudio, otras de diferentes paisajes del pueblo. Cada una de ellas (una veintena en total) es una pequeña joya, no solo porque «la muestra hace evidente el uso que Picasso hacía de la fotografía como herramienta de trabajo artístico, que es el origen de las grandes obras cubistas de aquel año» sino porque la exposición es realmente didáctica y ofrece información concisa de diversa índole.
En las fotos podéis ver cómo cada una de las reproducciones viene acompañada de un texto en el que se nos explica qué aparece en la imagen, por qué motivo, qué repercusión tuvo en la vida y obra de Picasso e incluso si él o Fernande se habían referido a ella en alguna carta o escrito.
Para mí destacan las imágenes del taller donde trabajó Picasso durante su estancia en Horta, aunque solo sea porque a uno casi le da la impresión de estarse paseando por allí (y, como no, porque marea bastante imaginarse el valor de lo que había allí dentro), pero principalmente me sorprendieron las fotografías de paisajes, evidente antesala de alguno de mis cuadros favoritos: soy yo la única que pensaba que Picasso hacía una interpretación cubista de la realidad? Es alucinante ver cómo es algo mucho más cercado a la creación de una realidad cubista.
Finalmente, la exposición es de acceso libre, cosa que significa que puede uno invertir su dinero en el catálogo y, más importante, que no hay excusa para no pasarse por allí!
Nota en la escala M de exposiciones: 8 sobre 10