Hace unas semanas me pasé por el Museo Picasso con mi carné para echarle un ojo a la exposición de Kees Van Dongen, que prometía bastante.
Comisariada por Jean-Michel Bouhours (conservador jefe del Pompidou) y por el propio director del Picasso, confieso que no esperaba encontrarme con algo rompedor y novedoso sino más bien simple, aunque bien pensado y desarrollado. Pero ya empezamos mal cuando el plano que supuestamente te indica por donde se entra a la exposición está mal dibujado: acabé siguiendo una exposición cronológica de atrás hacia delante, sin que nada ni nadie me lo impidiera. Los grandes murales explicativos (un coñazo, por cierto: por una vez animo al público a no leerlos) te sueltan fechas al tuntún y, al no estar bien razonados, pues uno como que no se entera. Las perlas que vi escritas en más de uno, eso sí, no tienen desperdicio.
Los objetivos de la exposición, según ellos, son tres. El primero, claro está, procura dar una razón para que el Museo Picasso de Barcelona monte una exposición de Van Dongen. En sus palabras, "cerca de un centenar de obras del artista [...] dan testimonio del conjunto de su carrera y, de forma inédita, muestran la relación que se estableció [...] entre Van Dongen y Picasso". Ya. Yo no lo vi mucho, la verdad. Y los puntos de contacto que proponen son bastante pueriles. Para muestra un botón: "verdaderos “pintores de la vida moderna”, les seducía el circo más que el teatro, y se sentían atraídos por el mundo de las prostitutas y las bailarinas de barracas de feria". Desde luego, seguro que no había más hombres en el XIX interesados en la vida moderna, el circo y las prostitutas... Venga ya! Dime algo que no sepa! Mucho más plausible sería, vistos los resultados, que el Sr. Serra tuviera ganas de irse a Mónaco (de donde procede la mayor parte de las obras) a correrse una juerga con todos los gastos pagados. Eso encaja mucho mejor.
El segundo objetivo de su noble colección es "mostrar la relación del artista con Barcelona", siendo el tercero "ofrecer una perspectiva inédita sobre el artista". Yo no vi NADA de eso. En mi opinión, poner cuatro fotos y un catálogo de la exposición que se organizó en 1915 en las Galeries Dalmau no es relacionar un artista con Barcelona. Es citar, de pasada, que el artista estuvo por aquí y que algunos tuvieron la oportunidad de ver su obra. Por otro lado, el tema de la "perspectiva inédita" da risa. Corríjanme si me equivoco pero ¿a nadie se le habia ocurrido antes hacer una cronológica de Van Dongen? Será que iba yo con poca apertura de espíritu. Quien sabe, pero lo cierto es que entre lo que la exposición supuestamente ofrece y lo que el público verdaderamente recibe hay un abismo.
La gran pregunta es: hacía falta montar esta exposición? La respuesta es clara y contundente: NO. Yo me paseé por ahí como alma en pena, sin aprender nada ni apreciar lo que tan pomposamente anunciaban ofrecerme. Con todo, creo que el personaje de Van Dongen es altamente interesante, por lo que valdría la pena, si os pica la curiosidad, investigar un poquito en casa primero y pasarse por el Picasso después. Una lástima, sin duda, pero está claro que la modernización de la que hablan se va a quedar en el ciberespacio.
Puntuación en la escala M de exposiciones: 4 sobre 10
Ps. Sorry guys but I don't feel like translating this into English today.