lunes, 23 de noviembre de 2009

Picasso, fotógrafo de Horta

Desde que tengo mi carnet del Museo Picasso parece que paso bastante tiempo por ahí, aunque a veces siga quedándome con las ganas de asistir a más de una actividad por falta de plazas y/o publicidad (anticipada, se entiende).

Este fin de semana he aprovechado el repaso rápido que quería darle a Picasso y la estampa erótica japonesa, antes de la conferencia que darán este miércoles sus comisarios, para echarle un ojo a la pequeña exposición fotográfica que han organizado en colaboración con el Centre Picasso d'Horta, Picasso, fotógrafo de Horta. Instantáneas del Cubismo, 1909. Una de esas exposiciones de las que esperas muy poquito pero de las que sales con mucho, y sobre todo con ganas de más.




La idea es bastante simple: en el marco del centenario de la segunda visita de Picasso a Horta, se han reunido las fotografías que tomó el pintor durante su estancia en el sur de Tarragona. Algunas de ellas son de su compañera sentimental del momento, Fernande Olivier; otras de las gentes del pueblo (que se vestían primorosamente para la ocasión), otras de su estudio, otras de diferentes paisajes del pueblo. Cada una de ellas (una veintena en total) es una pequeña joya, no solo porque «la muestra hace evidente el uso que Picasso hacía de la fotografía como herramienta de trabajo artístico, que es el origen de las grandes obras cubistas de aquel año» sino porque la exposición es realmente didáctica y ofrece información concisa de diversa índole.




En las fotos podéis ver cómo cada una de las reproducciones viene acompañada de un texto en el que se nos explica qué aparece en la imagen, por qué motivo, qué repercusión tuvo en la vida y obra de Picasso e incluso si él o Fernande se habían referido a ella en alguna carta o escrito.

Para mí destacan las imágenes del taller donde trabajó Picasso durante su estancia en Horta, aunque solo sea porque a uno casi le da la impresión de estarse paseando por allí (y, como no, porque marea bastante imaginarse el valor de lo que había allí dentro), pero principalmente me sorprendieron las fotografías de paisajes, evidente antesala de alguno de mis cuadros favoritos: soy yo la única que pensaba que Picasso hacía una interpretación cubista de la realidad? Es alucinante ver cómo es algo mucho más cercado a la creación de una realidad cubista.



Finalmente, la exposición es de acceso libre, cosa que significa que puede uno invertir su dinero en el catálogo y, más importante, que no hay excusa para no pasarse por allí!


Nota en la escala M de exposiciones: 8 sobre 10

martes, 3 de noviembre de 2009

Modernologías

Son varios ya los lectores y no tan lectores que me han pedido mi opinión sobre la nueva exposición del MACBA Modernologías: Artistas contemporáneos investigan la modernidad y el modernismo. A todos ellos, siento el retraso! Pero finalmente, aquí la tenéis.


El MACBA nos propone con esta exposición una reflexión sobre la modernidad, que ellos plantean como un movimiento de carácter principalmente sociopolítico que exigió a los artistas no sólo que «describieran la vida moderna de una forma adecuada, [...] con el objetivo de reflejar el utópico potencial de la modernidad, pero también las vertientes destructiva y regresiva de la revolución y la agitación».


Aclaremos que la modernidad de la que nos hablan es aquella que se inicia a finales del siglo XIX y que termina con la llegada de la posmodernidad, a lo largo del último tercio del siglo XX -modernidad en el sentido más amplio del término y en la que se incluye el modernismo al que se refieren en el título de la exposición.


La exposición nos plantea que, pasadas algunas décadas, otros se han comprometido de nuevo con un pensamiento reaccionario a nivel social y político, de modo que «una joven generación de artistas [plasma], cada vez más, en sus obras el legado y las promesas de la modernidad y el modernismo, incluso el fracaso de la utopía, [buscando] posibles formas de autorrealización». A partir de esto, el propósito del MACBA es hablar de la investigación artística y discutir, en base a obras concretas que tratan las temáticas centrales de la modernidad, los límites de ésta y del modernismo, revelando nuevas interpretaciones nacidas en el momento presente y la perspectiva de los artistas sobre antiguas problemáticas (la producción del espacio, la creación de lenguajes universales y las políticas de display) –siempre de manera paradójica, puesto que hoy conocemos el fracaso de éstas.


En sus propias palabras, no promueven un «nuevo formalismo» ni una «vuelta a la abstracción» ni la «revelación de modernismos desconocidos», por lo que debemos entender la exposición como un paseo por distintos ámbitos de reinterpretación de la modernidad.


Hasta aquí lo que el MACBA nos dice, desde hace unos días, sobre la exposición. Aclaro en especial este punto porque, en el momento de la inauguración, ni la reseña en la web ni la nota de prensa eran tan explícitas ni explicativas, de modo que, por mucho que el espectador intentara preparase, llegaba a la exposición bastante a ciegas. Con todo, parece que el inconveniente está resuelto ya.


Creo que el mayor problema de Modernologías reside en que, más allá de la cantidad de información que uno haya podido obtener antes de llegar a las puertas del museo, una vez allí no hay un hilo que lo guíe a través de la exposición. La gran dispersión por salas y plantas distintas no ayuda, sin duda, a ubicarse, y se echan de menos los clásicos paneles que dan información de cada uno de los distintos ámbitos expositivos (por sugerir la solución más sencilla).


Pese a que se han organizado una serie de conferencias y mesas redondas en las que, aparentemente, se ha discutido el tópico a tratar, por lo que yo he podido ver, el público asistente era, en su mayoría, personal del MACBA.


Esto me hace preguntarme a quién va dirigida realmente esta exposición: si bien es cierto que el arte contemporáneo no es de fácil acceso, me gusta pensar que el principal cometido de un museo de arte contemporáneo es precisamente hacerlo comprensible a todo tipo de público. Desafortunadamente la impresión que me da es que el MACBA, más que ampliar el círculo, cada vez lo limita más.


Germano Celant nos contaba ayer, precisamente en una conferencia en el MACBA, que esto es terrorismo cultural. Y pese al nombre tan exagerado que eligió, su idea de que el curador no debe dirigirse solo a los que saben sino a todos, incluidos aquellos que no saben nada, tomó un significado mucho más fuerte entre esas paredes.


En fin, espero haber echado una mano a quienes no sabían qué esperar cuando esperaban en la puerta del MACBA y allanado un poco el camino para los que todavía no hayáis ido a ver Modernologías. Como siempre, sabéis que mis valoraciones sobre la escala M de exposiciones son totalmente subjetivas y deliberadas, así que no os sorprendáis si esta vez no encontráis una gran nota. Con todo, espero que los que la hayáis visto/vayáis a ver os dejéis caer por aquí para dejar constancia de vuestras opiniones!



Nota en el escala M de exposiciones: 5 sobre 10.


UPDATE:

Para los que me preguntabais sobre las recomendaciones una vez dentro de la exposición, ahí va mi lista de must-see's:

- Martha Rosler, How do we know what home looks like

- John Knight, Mirror

- Louise Lawler, Well Being


Recomiendo, en todo caso, una visita al blog Centre for the Aesthetic Revolution, donde encontraréis una buena colección de imágenes de la exposición.

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